El alma gastronómica del Vall de Boí: un proyecto estratégico con identidad local.

¿Puede la gastronomía convertirse en una palanca estratégica de reposicionamiento hotelero? La respuesta es sí: al reflejar la identidad del destino, potenciar el valor del activo y enriquecer la experiencia del huésped, la gastronomía se convierte en un motor de diferenciación y competitividad que refuerza el posicionamiento del hotel.Un objetivo que hemos materializado en uno de nuestros activos: el Balneario de Caldes de Boí.

El alma gastronómica del Vall de Boí: un proyecto estratégico con identidad local.

En un momento en que la restauración hotelera evoluciona hacia modelos de mayor valor añadido, en GAT Hospitality impulsamos “El alma gastronómica del Vall de Boí”, un proyecto que convierte la gastronomía en una herramienta clave de diferenciación y reposicionamiento de marca.

Más allá de la excelencia culinaria, aportamos la experiencia de más de 16 años en el sector, entendiendo que en un mercado donde los viajeros buscan experiencias únicas, nuestra gestión se centra en ofrecer momentos memorables a clientes y huéspedes con una gastronomía que no solo enriquece la oferta, sino que es fundamental para atraerlos y fidelizarlos. En esta ocasión, la estrategia desarrollada para el Balneario de Caldes de Boí, reconocido entre los cinco mejores de España según la valoración de los viajeros, se basa en la autenticidad y en la gestión eficiente de los recursos locales, aplicada en uno de los activos más singulares de nuestro portfolio.

Un modelo gastronómico con propósito estratégico

En el corazón del Pirineo de Lérida, en la Vall de Boí, hemos desarrollado una propuesta gastronómica que trasciende la cocina, convirtiéndose en un elemento estratégico de la experiencia del huésped. Este proyecto pone en valor la tradición, los productos locales y la creación de experiencias memorables, integrando historia, territorio y bienestar para ofrecer un turismo de calidad. Un proyecto que nace con un objetivo estratégico claro: redefinir la estrategia culinaria del Balneario para alinearla con los valores del destino, reforzar su competitividad e integrar la identidad y autenticidad del Vall de Boí en la experiencia gastronómica del complejo.

Liderado por el equipo de GAT Hospitality, encabezado por Paola Sastre de la Calle, directora de Operaciones, y Pedro Olocco, responsable de Food & Beverage, quienes, junto al equipo de operaciones del Balneario de Caldes, han diseñado una estrategia integral de reposicionamiento basada en:

Análisis del entorno: Identificamos las expectativas gastronómicas y tendencias de consumo, así como los recursos disponibles y el perfil del visitante para diseñar una oferta culinaria coherente con la identidad local.

• Creación de un concepto gastronómico alineado con los valores del activo y del destino: Elaboramos una propuesta de cocina de montaña contemporánea y auténtica que integra tradición y materia prima.

Implicación activa del equipo: La participación de todos los miembros del equipo, tanto de cocina como el de dirección, ha sido fundamental en el desarrollo de la propuesta mediante la conexión con proveedores y productores locales, quienes aportan su conocimiento y experiencia en la cocina tradicional de la región.

Respeto por la materia prima: La estrategia se centra en productos locales, frescos y de temporada, garantizando su autenticidad. Detrás de la miel, apicultores que trabajan con métodos tradicionales; detrás de la carne de raza Bruna Catalana, ganaderos que preservan una especie autóctona; detrás de los quesos y la secallona artesanal, pequeñas explotaciones que mantienen viva la herencia gastronómica pirenaica. Estas buenas prácticas fortalecen la economía del valle, fomentan la sostenibilidad y reducen la huella ambiental de la operativa hotelera.

El caso de “El alma gastronómica del Vall de Boí” demuestra que el reposicionamiento gastronómico es una herramienta estratégica capaz de enriquecer la experiencia del huésped y de convertirse en un motor de diferenciación, conexión emocional y valor añadido. Una propuesta que responde a las demandas del viajero actual, que busca autenticidad y experiencias memorables en un entorno hotelero cada vez más competitivo.

 

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